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entitled 'Servicios de Transporte: El Mejoramiento de la Difusión y 
Supervisión de la Guía del DOT Podría Redundar en un Mejor Acceso para 
las Personas con Conocimientos Limitados de Inglés' which was released 
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Tribunal de Cuentas del Gobierno de los Estados Unidos: 

GAO: 

Resumen del informe en español: 

Noviembre 2005: 

Servicios de Transporte: 

El Mejoramiento de la Difusión y Supervisión de la Guía del DOT Podría 
Redundar en un Mejor Acceso para las Personas con Conocimientos 
Limitados de Inglés: 

GAO-06-185: 

2 de noviembre de 2005: 

Honorable Paul S. Sarbanes: 
Miembro de más alto nivel de la minoría: 
Comité de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos: 
Senado de los Estados Unidos: 

Estimado Senador Sarbanes: 

Los Estados Unidos tienen una población sumamente diversa en la que 
están representadas las culturas de todo el mundo. El inglés no es el 
idioma principal de muchas de las personas que viven aquí, y un número 
considerable de ellas tienen muy poco o ningún conocimiento del inglés. 
Según el Censo de los Estados Unidos del año 2000, más de 10 millones 
de habitantes dijeron que no hablaban bien el inglés o que no lo 
hablaban en absoluto. Estas personas con conocimientos limitados del 
inglés, al igual que los que sí lo dominan, tal vez dependan de una 
amplia gama de servicios prestados por el gobierno, entre ellos, el 
transporte público. Para muchas personas con conocimientos limitados 
del idioma, el transporte público es el medio principal que utilizan 
para trasladarse de un sitio a otro. Según el Censo del 2000, más del 
11% de las personas con conocimientos limitados del inglés, de 16 años 
o más, dijeron que el transporte público es su principal medio para 
llegar al trabajo, en comparación con cerca del 4% de los que hablan 
inglés. Si bien la población de personas que no hablan bien el inglés 
tiende a ser más numerosa en los condados de estados fronterizos y 
costeros, el mayor aumento de estas poblaciones está ocurriendo en los 
estados centro-occidentales y del sur del país. Entre quienes tienen 
conocimientos limitados de inglés, el español es el idioma más hablado, 
seguido del chino (cantonés o mandarín), vietnamita y coreano. 

El Título VI de la Ley de Derechos Civiles de 1964[Footnote 1] prohíbe 
la discriminación por razón de raza, color o país de origen de las 
personas que reciben ayuda financiera federal. La finalidad del Decreto 
Ejecutivo 13166[Footnote 2] es la de aclarar las responsabilidades de 
las entidades federales y de los beneficiarios de sus subvenciones, de 
conformidad con el Título VI, en cuanto a poner sus programas y 
actividades al alcance de las poblaciones con conocimientos limitados 
de inglés, y exige a dichas entidades que emitan directrices para los 
beneficiarios de su financiamiento. El Departamento del Transporte 
(DOT, por sus siglas en inglés) emitió su guía en 2001; en ella se 
abordan las estrategias para prestar servicios a las personas con 
conocimientos limitados de inglés. Esta guía, si bien estaba en vigor 
para los subvencionados desde 2001, fue objeto de modificación por 
parte del DOT después de recibir y considerar los comentarios del 
público. La guía modificada fue aprobada por el Departamento de 
Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) el 25 de agosto de 2005, y el 
DOT está preparando su publicación y divulgación. 

Las organizaciones defensoras y otras han expresado sus inquietudes 
acerca del grado en que se está poniendo en práctica la guía del DOT 
para beneficiarios del financiamiento. Una carencia de aptitudes para 
comunicarse en inglés podría impedir a muchas personas la utilización 
plena de los servicios de transporte público, así como su verdadera 
participación en el proceso de planificación del transporte. La 
incapacidad para tener acceso adecuado a los servicios de transporte 
público puede, a su vez, acarrear consecuencias negativas para las 
personas que no dominan el inglés, incluida una reducción en las 
oportunidades de empleo y mayores dificultades para tener acceso a 
otros servicios necesarios. En consideración de estos problemas, este 
informe aborda: 1) los tipos de servicios de acceso al idioma que los 
organismos de tránsito y las organizaciones metropolitanas de 
planificación (MPO, por sus siglas en inglés) han prestado en su zona 
de servicios, y los efectos y costos de estos servicios; 2) la forma en 
que el DOT y su administración modal ayuda a los subvencionados para 
que presten servicios de acceso al idioma destinados a las personas con 
conocimientos limitados del inglés; y 3) cómo supervisan el DOT y las 
administraciones modales responsables la prestación de servicios de 
acceso al idioma para las personas con conocimientos limitados del 
inglés por parte de los subvencionados. 

Antecedentes: 

El Título VI de la Ley de Derechos Civiles de 1964 dispone que ninguna 
persona "por razones de raza, color o país de origen, será excluida de 
la participación, se le negarán los beneficios, ni estará sujeta a 
discriminación en ningún programa o actividad que reciba ayuda 
financiera del gobierno federal"[Footnote 3], e invita a los organismos 
federales a aplicar la ley mediante la emisión de normas, reglamentos u 
órdenes.[Footnote 4] En sus intentos por aplicar la ley, el DOJ ha 
emitido reglamentos que prohíben un efecto injustificado y desigual por 
causa del país de origen.[Footnote 5] El 11 de agosto de 2000, el 
Presidente Clinton emitió el Decreto Ejecutivo 13166 destinado a 
mejorar el acceso a las actividades y los programas dirigidos y 
asistidos por el gobierno federal para las personas que, como resultado 
de su país de origen, tienen conocimientos limitados del 
inglés.[Footnote 6] El Decreto exige que cada organismo federal que 
suministra ayuda financiera prepare directrices adaptadas especialmente 
a sus subvencionados. Las directrices de cada entidad serán examinadas 
y aprobadas por el DOJ antes de ser emitidas. 

El DOJ emitió una guía en 2000 que establece los principios generales 
que deben aplicar los organismos federales para garantizar que sus 
programas y actividades brinden acceso razonable a las personas con 
conocimientos limitados de inglés y, por ende, no hagan discriminación 
alguna sobre la base del país de origen. La guía del DOJ explica que, 
con respecto a los programas y actividades que reciben ayuda federal, 
el Decreto Ejecutivo 13166 "no crea nuevas obligaciones, sino más bien, 
aclara las responsabilidades del Título VI vigente". Aunque el Título 
VI y sus reglamentaciones de ejecución exigen que los subvencionados 
tomen medidas razonables para asegurar un acceso relevante de las 
personas que no dominan el inglés, la guía de los organismos federales 
que se refiere a estas personas reconoce que cada situación tiene 
hechos específicos y que no tendría sentido que la guía estipulara 
fórmulas específicas para cumplir con el Título VI. Más bien, el 
propósito de la guía de los organismos federales es dar a los 
subvencionados un marco de referencia para evaluar sus obligaciones de 
acuerdo con el Título VI, a la vez que se mantiene la flexibilidad para 
que los subvencionados puedan determinar la mejor forma de cumplir con 
esas obligaciones. La guía del DOJ estableció un análisis de cuatro 
factores para ayudar a determinar la amplitud de las obligaciones de un 
beneficiario del financiamiento de prestar servicios a las personas con 
dominio limitado del inglés. Los cuatro factores son: 1) número o 
proporción de personas con conocimientos limitados del idioma inglés 
que tienen derecho a recibir servicios o que probablemente estarán en 
contacto con el programa o el beneficiario de los fondos; 2) frecuencia 
con que las personas con conocimientos limitados del idioma inglés 
están en contacto con el programa; 3) la naturaleza e importancia del 
programa, actividad o servicio prestado por el subvencionado para la 
vida de la gente; y 4) los recursos que están al alcance del 
beneficiario y sus costos. 

El DOT emitió su guía en 2001. Esta guía, en general, era coherente con 
la guía del DOJ, pero incluía tres factores complementarios, así como 
los cuatro factores indicados más arriba, lo que sugiere que los 
beneficiarios de fondos deben considerar también: 1) el nivel de 
servicios prestados a la gente que domina totalmente el inglés; 2) si 
se está excluyendo de los servicios a las personas con conocimientos 
limitados del idioma inglés, o si reciben un nivel más bajo de 
servicios; y 3) si la entidad puede justificar debidamente alguna 
restricción, si la hubiere, a los servicios especiales del idioma. 
Sobre la base de las observaciones recibidas del público, el DOT 
modificó su guía, y la misma fue aprobada por el DOJ el 25 de agosto de 
2005. Actualmente, el DOT está preparando la publicación y divulgación 
de su guía modificada. 

Además de describir los factores que un beneficiario de fondos debería 
considerar al evaluar sus obligaciones de prestar servicios a las 
personas que no dominan el inglés, la guía del DOT describe varios 
componentes clave para que un programa de acceso al idioma sea eficaz; 
asimismo, estipula que los subvencionados deben: 1) efectuar una 
evaluación de los grupos de idioma que se hablan en su zona de servicio 
y las necesidades en cuanto al idioma; 2) formular y ejecutar planes 
escritos que presenten estrategias para asegurar el acceso al idioma; 
3) informar al personal del plan de acceso para las personas que no 
dominan el inglés, capacitarlos y darles las herramientas necesarias 
para ejecutar el plan; 4) garantizar que los servicios de acceso al 
idioma se presten en realidad de manera coherente y que las poblaciones 
que no dominan el inglés conozcan esos servicios; y 5) formular 
programas de supervisión que permitan a los subvencionados evaluar el 
éxito de sus programas de acceso para esas personas, así como 
determinar las modificaciones necesarias. 

A varias oficinas del DOT, en especial a la Oficina de Derechos Civiles 
de la Administración Federal de Tránsito (FTA, por sus siglas en 
inglés), les incumbe la responsabilidad de garantizar que las empresas 
de transporte y los organismos de planificación del transporte que 
reciben fondos del DOT acaten el Título VI; además, tienen a cargo la 
vigilancia y la supervisión de sus actividades de acceso al idioma. 

Resumen de los resultados: 

Las entidades de tránsito y las MPO ofrecían una variedad de tipos y 
niveles de servicios de acceso al idioma, principalmente en español, 
pero los efectos y costos de éstos se desconocen en gran medida; sin 
embargo, actualmente la carga de los costos de dichos servicios no 
parece significativa. Entre los tipos de acceso al idioma que ofrecían 
estas entidades se incluía una amplia gama de estrategias de 
comunicación, como señalización y folletos informativos traducidos, 
servicios telefónicos en varios idiomas, sitios web traducidos, 
conductores y personal bilingües de servicio al cliente, anuncios 
grabados traducidos, y disponibilidad de intérpretes en las reuniones 
públicas y comunitarias. Casi todos los organismos de tránsito y las 
MPO que visitamos suministran algunos documentos y servicios en por lo 
menos un idioma distinto del inglés, usualmente el español, aunque 
algunos de ellos ofrecen mucho material o servicios en otros idiomas, 
en forma periódica. Por ejemplo, aunque la mayoría de las entidades de 
tránsito que visitamos tenían por lo menos operadores que hablan 
español para atender sus líneas de información telefónica, sólo 7 de 
ellas utilizaban servicios telefónicos multilingües para atender a los 
usuarios en idiomas diferentes al español y el inglés. Parte del 
material que ofrecían estaba en varios idiomas distintos del inglés, 
como por ejemplo, una señal en una parada de autobús en Oakland, 
California traducida a siete idiomas (véase la figura 1). Los efectos 
de los servicios de acceso al inglés prestados por los organismos de 
transporte y las MPO destinados a satisfacer las necesidades de las 
comunidades con conocimientos limitados del inglés no se conocen o no 
se entienden bien. Pocos de los organismos que visitamos habían 
efectuado una evaluación explícita de las necesidades de las 
comunidades con conocimientos limitados del inglés que residen en sus 
áreas de servicio, o una evaluación de la eficacia de sus actividades 
de acceso al idioma, aun cuando la guía del DOT relativa a esas 
personas recomienda esas actividades. En consecuencia, no está claro si 
las actividades de acceso al idioma realizadas por esos organismos son 
lo suficientemente amplias para satisfacer las necesidades de las 
personas con conocimientos limitados del inglés; por otra parte, los 
grupos defensores y comunitarios de las zonas que visitamos percibían 
brechas considerables en las actividades de acceso al idioma de esos 
organismos. Por ejemplo, 1 grupo nos dijo que la información sobre 
cambios en el servicio no se divulga de manera coherente en otros 
idiomas además del inglés, lo que puede llevar a que las personas con 
conocimientos limitados del inglés esperen autobuses cuya ruta cambió. 
Más aún, nuestros estudios de casos sugirieron que la falta de 
iniciativa en actividades de extensión de parte del organismo y la 
ausencia de publicidad de sus servicios a las personas que no dominan 
el inglés puede limitar el impacto y la utilización del material y los 
servicios ofrecidos, mientras que unas actividades de extensión con 
mayor iniciativa y la publicidad destinada a estas comunidades podrían 
conducir a una mayor utilización de los servicios y redundarían en 
ventajas, tales como mayor apoyo público para las entidades de 
transporte y aumento del volumen de usuarios. Por ejemplo, aunque 
varias entidades de tránsito ofrecían servicios telefónicos en varios 
idiomas, los grupos comunitarios con los que hablamos no conocían la 
existencia de esos servicios. Si bien es cierto que los costos de 
prestar los servicios de acceso al inglés prácticamente se desconocen, 
encontramos que varias entidades consideran que, de acuerdo con el 
nivel actual de actividad, el servicio de acceso es un costo necesario 
para atraer a los clientes y no se trata de un costo adicional, al 
nivel actual de actividad. Sin embargo, si los organismos de transporte 
decidieran ampliar considerablemente sus actividades para incluir otros 
idiomas, además del inglés y el español, y agregar más material o 
servicios, varios funcionarios de esos organismos nos dijeron que los 
costos se volverían prohibitivos. 

Figura 1. Señal en las calles de Oakland, California en siete idiomas: 

[See PDF for image] 

Fuente: Distrito de tránsito Alameda-Contra Costa: 

[End of figure] 

Por medio de su guía y otras actividades, el DOT y sus administraciones 
modales ayudan a los subvencionados para que brinden acceso al idioma, 
pero han hecho pocos esfuerzos por asegurarse de que los subvencionados 
sepan que cuentan con esta ayuda; en los organismos de tránsito y las 
MPO que visitamos, observamos que la asistencia a menudo no era 
aprovechada. La ayuda más amplia que presta el DOT es la guía misma 
relativa a las personas que no dominan el inglés, ya que proporciona a 
los subvencionados un marco de referencia compuesto por cinco pasos 
acerca de cómo dar acceso de calidad a esas personas, junto con algún 
tipo de información sobre cómo poner en funcionamiento este marco de 
referencia. La guía del DOT referente a las personas con conocimientos 
limitados del inglés se publicó en el Registro Federal, pero no se 
divulgó por ningún otro método directo, y la mayoría de las entidades 
de tránsito y las MPO que visitamos no conocían la guía. Tal vez, esta 
falta de conocimiento se deba en parte al movimiento interno de 
personal de cada entidad desde que se publicó por primera vez la guía, 
aunque un funcionario del DOT nos dijo que el organismo había hecho 
poco para promoverla desde su publicación. De las 9 entidades de 
tránsito y las 3 MPO que visitamos y que conocían la guía, solamente 3 
habían cambiado sus actividades de acceso al idioma en respuesta a 
ella, y solamente 1 había puesto en práctica el marco de referencia de 
cinco pasos completo. Esto se debe en parte, según nos informaron casi 
todas las entidades de tránsito y las MPO, a que habían estado 
prestando servicios de acceso al idioma por muchos años antes del 
Decreto Ejecutivo y de la emisión de la guía del DOT relativa a las 
personas que no dominan el idioma. La FTA y la Administración Federal 
de Autopistas (FHWA, por sus siglas en inglés) han impartido talleres 
en unas cuantas conferencias anuales que abordaban concretamente el 
marco que figuraba en la guía y daban información acerca de cómo llevar 
a la práctica partes de ella; sin embargo, pocas de las entidades que 
visitamos informaron haber asistido a estos talleres. El DOT también 
participa en el Grupo de trabajo interinstitucional federal sobre 
dominio limitado del inglés (Federal Interagency Working Group on 
Limited English Proficiency), que ofrece información y asistencia 
técnica a los subvencionados del gobierno federal por medio de un 
centro de intercambio de información en línea en www.lep.gov, aunque la 
mayor parte de la información del sitio web no se refiere 
específicamente al transporte. Otros recursos del DOT, tales como 
programas de intercambio de pares, auspiciados por la FTA y la FHWA, 
tienen unas cuantas publicaciones que abordan las actividades de acceso 
al idioma. Los programas de capacitación, ofrecidos por conducto del 
Instituto Nacional del Tránsito de la FTA y el Instituto de Autopistas 
Nacionales de la FHWA, mencionan los servicios de acceso al idioma a 
través de un contexto más amplio, tal como el proceso de planificación 
del transporte, y no todos mencionan concretamente la guía. Varias de 
las entidades de tránsito y las MPO que visitamos dijeron que una mejor 
capacitación y asistencia técnica de fácil acceso, específica del 
acceso al idioma, y que incluyera cómo poner en práctica la guía del 
DOT, referente a las personas con conocimientos limitados del inglés, 
podrían darles maneras de suministrar el acceso más eficazmente a las 
poblaciones que no dominan el inglés. 

La prestación de servicios de acceso al idioma para las poblaciones con 
conocimiento limitado del inglés por parte de las entidades de tránsito 
y las MPO es supervisada por medio de las revisiones detalladas de 
cumplimiento con el Título VI de la FTA y de dos procesos de revisión 
más amplios: revisiones trienales de las entidades de tránsito 
efectuadas por la FTA y revisiones de la certificación de planificación 
efectuadas conjuntamente por la FTA y la FHWA. Sin embargo, estas 
revisiones no evalúan las actividades de los subvencionados de 
conformidad con el marco que figura en la guía del DOT y no tiene 
criterios uniformes para determinar si una entidad presenta 
deficiencias en la prestación de esos servicios. Si bien es cierto que 
el marco y las sugerencias que figuran en la guía relativa a las 
personas con conocimientos limitados del inglés no son requisitos, 
sirven como una guía útil para garantizar que la prestación de 
servicios de acceso al idioma por parte del subvencionado a las 
personas que los necesitan cumpla con los requisitos federales, de 
conformidad con el Título VI. Sin embargo, la revisión de cumplimiento 
del Título VI y la revisión de certificación de la planificación no 
incorporan la guía acerca de las personas que no dominan el inglés, y 
la revisión trienal tiene apenas unas cuantas preguntas concretas 
relacionadas con la guía relativa a esas personas. Las deficiencias 
relacionadas con el acceso al idioma, en la medida en que existan, rara 
vez se identifican durante estos procesos de revisión. Más aún, los 
criterios aplicados en estos procesos de revisión para identificar una 
falla en la prestación de servicios de acceso al idioma, no son 
uniformes ni claros. Por ejemplo, según las revisiones trienales, 
solamente se encontrará que una entidad está fallando si se ha 
presentado una queja contra la entidad local, mientras que según otras 
revisiones, no es necesario que se haya presentado una queja para 
encontrar una deficiencia. Como consecuencia, lo que constituye una 
falla de acuerdo con una revisión, tal vez no lo sea de acuerdo con 
otra, aunque las entidades objeto de la revisión tal vez estén 
prestando el mismo nivel de servicio. Además de los tres procesos de 
revisión, la FTA investiga las quejas que presenta el público relativas 
al Título VI sobre alegatos de discriminación por razón de país de 
origen contra personas que no dominan el inglés. Las investigaciones de 
la FTA se concentran en si un subvencionado ha tomado medidas 
razonables para dar acceso de calidad a las personas que no dominan el 
inglés. Hasta ahora, la FTA sólo ha recibido una queja relacionada con 
el acceso al idioma. En ese caso, la FTA determinó que la entidad de 
tránsito en cuestión debería haber proporcionado acceso al idioma para 
su proceso de planificación. Sin una supervisión más completa y 
uniforme, que tenga en cuenta la guía del DOT, las actividades de 
acceso al idioma de las entidades probablemente seguirán siendo 
variadas e incoherentes, y pueden dejar a la entidad expuesta a otras 
quejas. 

Conclusiones: 

Las entidades de tránsito y las MPO de todo el país están prestando una 
amplia gama de servicios de acceso al idioma. Sin embargo, la 
determinación y el suministro de acceso eficaz al idioma para los 
servicios de transporte no es una cuestión bien definida. Para 
lograrlo, una entidad debe tener una comprensión muy clara del tamaño y 
la ubicación de la comunidad con conocimientos limitados de inglés de 
su área, así como de sus necesidades de información aunque esas 
evaluaciones rara vez se hacen. A continuación, la entidad debe 
ocuparse de un gran número de asuntos, como la determinación de los 
servicios de acceso al idioma que debe prestar y en qué cantidad, cómo 
deben hacerse las traducciones, dónde es más conveniente distribuir el 
material o los servicios y cuál es la mejor forma de anunciar el 
material y los servicios a las comunidades de personas que no dominan 
el inglés. Para las entidades que prestan servicios en entornos muy 
diversificados culturalmente, los retos aumentan en forma exponencial. 
Concretamente, algunas de las preguntas que es necesario plantearse 
son: ¿A cuántos idiomas deberían traducirse el material y los 
servicios? ¿Es posible definir un límite con respecto al tamaño o 
proporción de diferentes grupos de idioma que debe existir antes de 
poder prestar servicios de traducción? ¿Serán muy complejas las señales 
traducidas para que los usuarios del transporte público las utilicen 
eficazmente? ¿Serán excesivos los costos de traducciones, teléfonos y 
servicios en la web debido a que tal vez esos servicios se utilicen 
relativamente poco? Más aún, dar acceso al idioma es apenas una parte 
de una estrategia más amplia de comunicación para estas entidades, que 
puede incluir la determinación de cómo pueden ellas suministrar 
información útil en inglés, cómo resuelven el problema de comunicación 
con las personas que tienen discapacidades visuales o auditivas, o cómo 
manejan la comunicación con las personas afectadas con discapacidades 
cognoscitivas. Una necesidad evidente en todos estos casos es la de que 
las entidades cuenten con programas de extensión para llegar a esas 
comunidades, y trabajen en asociación con ellas para determinar y 
satisfacer una variedad de necesidades de información. 

La guía del DOT acerca de las personas con conocimientos limitados del 
inglés, así como muchos de los recursos federales disponibles, pueden 
brindar alguna ayuda a las entidades de tránsito y a las MPO cuando 
tienen que afrontar esos retos y tomar decisiones acerca del nivel de 
acceso al idioma que deben ofrecer; sin embargo, la falta de 
conocimientos de la entidad local sobre la existencia de esos recursos 
limita su utilidad. Además, para algunas entidades de tránsito y MPO, 
la ayuda a su alcance no resultó eficaz para contribuir a contestar 
algunas de las preguntas difíciles expuestas en los párrafos 
anteriores, debido a que no ofrece mucha información acerca de lo que 
incluye una buena evaluación del idioma y las necesidades, o cómo hay 
que hacerla. No suministra una plantilla ni ejemplos de planes eficaces 
de acceso al idioma; tampoco ayuda mucho a determinar cómo se debe 
vigilar y juzgar la eficacia de las actividades de acceso al idioma que 
realizan las entidades. En vista de la falta de datos acerca de la 
eficacia de los servicios, la disponibilidad de esa ayuda cobra mayor 
importancia. La difusión más directa de la guía relativa a las personas 
con conocimientos limitados del inglés y la ayuda disponible, así como 
la preparación de asistencia complementaria para llevar a cabo las 
evaluaciones, formular planes y vigilar la eficacia de las actividades 
de acceso al idioma, podrían contribuir a vincular a las entidades 
locales con información y recursos que pudieran ayudarlos a mejorar el 
acceso a sus servicios para personas con conocimientos limitados de 
inglés. 

Si bien las quejas relativas al acceso al idioma son poco usuales, las 
actividades realizadas por las entidades de tránsito y las MPO para 
brindar dicho acceso suelen ser percibidas por los grupos comunitarios 
como inexistentes en ciertas áreas, en especial con respecto a la 
inclusión de esas comunidades en los procesos de toma de decisiones, 
con lo cual surge la posibilidad de que se presenten otras quejas 
contra estas entidades por no brindar un acceso razonable al idioma. 
Sin embargo, en estos momentos, las actividades de vigilancia y 
supervisión realizadas por la FTA, y en menor grado por la FHWA, 
probablemente no eliminen las brechas percibidas en el suministro de 
acceso al idioma, debido a las incongruencias en el alcance y en los 
criterios acerca de lo que constituye una deficiencia. Por ejemplo, una 
de las quejas principales de los grupos comunitarios es la falta de 
participación de las comunidades con conocimientos limitados del 
inglés, o de los grupos comunitarios que los representan, en los 
procesos de toma de decisiones. Sin embargo, las revisiones de la 
certificación de planificación no consideran la participación per se, 
sino que se concentran en si se suministraron intérpretes en las 
reuniones públicas "si eran necesarios". Más aún, la revisión piloto de 
la FTA del acceso al idioma, que utilizó la guía del DOT referente a 
las personas que no tienen buenos conocimientos de inglés, reveló 
varias deficiencias que no se hubieran encontrado con el proceso actual 
de revisión, y dichas deficiencias pueden encontrarse usualmente en 
innumerables entidades. No obstante, es importante considerar que los 
hallazgos de deficiencias, tal como se hacía con la revisión piloto, no 
indican necesariamente que una entidad ha sido discriminatoria. Sin 
embargo, la incorporación de otros aspectos clave de la guía del DOT 
relativa a las personas con conocimientos limitados del inglés en los 
procesos actuales de revisión y de criterios uniformes acerca de lo que 
constituye una deficiencia podría ser útil para que las entidades de 
tránsito y las MPO entendieran sus responsabilidades de conformidad con 
el Decreto Ejecutivo y la guía del DOT relativa a esas personas y, por 
ende, conducir al mejoramiento de los servicios para ellas. 

Recomendaciones para una acción ejecutiva: 

A fin de mejorar los conocimientos y la comprensión acerca de las 
responsabilidades de quienes reciben financiamiento del DOT para la 
prestación de servicios de acceso al idioma, recomendamos que, una vez 
que el DOT emita la versión final de su guía relativa a las personas 
que no dominan el inglés, el Secretario del Departamento de Transporte 
se asegure de que la guía se distribuya a todos los subvencionados por 
el DOT, mediante un memorando de política o cualesquiera otros métodos 
directos, e instruya al personal regional para que los subvencionados 
en su área sepan plenamente de la existencia de la guía y de las 
responsabilidades de los subvencionados de conformidad con ella. 

Para aumentar y mejorar las actividades de acceso al idioma que 
realizan las entidades de tránsito y las MPO, recomendamos que el 
Secretario, cuando emita la guía modificada del DOT sobre los servicios 
para personas que no dominan el inglés, tome las dos medidas 
siguientes: 

* Preste asistencia técnica complementaria, tal como plantillas o 
ejemplos, para ayudar a las entidades a formular evaluaciones del 
tamaño, la ubicación y las necesidades de las poblaciones con 
conocimientos limitados de inglés; planes para poner en práctica 
servicios de acceso al idioma y evaluaciones de la eficacia de los 
servicios de acceso prestados por las entidades. 

* Divulgue la disponibilidad de recursos federales existentes para 
cuestiones relacionadas con las personas que no dominan el inglés, 
entre otros, talleres, el sitio web www.lep.gov, programas de 
intercambio de pares y cursos de capacitación disponibles para las 
entidades de tránsito y las MPO, y facilite el acceso a esos recursos 
por medio de un vínculo claro con la ayuda relativa a esas personas en 
el sitio web del Programa de creación de capacidad para la 
planificación del transporte (Transportation Planning Capacity Building 
Program). 

Para garantizar que las entidades de tránsito y las MPO entiendan sus 
responsabilidades de proporcionar servicios de acceso al idioma, y para 
asegurar que estén suministrando el acceso adecuado al idioma en sus 
servicios y sus procesos de planificación y de toma de decisiones 
relativos al transporte, recomendamos que el Secretario incorpore más 
plenamente la guía modificada acerca de las personas con conocimientos 
limitados del inglés en los procesos actuales de revisión mediante la 
adopción de las siguientes tres medidas: 

* Incluir preguntas acerca de si las entidades han hecho evaluaciones y 
cuentan con planes de acceso y mecanismos de evaluación y vigilancia en 
funcionamiento para los procesos de revisión de cumplimiento del título 
VI y de las revisiones trienales. 

* Incluir preguntas más específicas relacionadas con el acceso al 
idioma para el proceso de planificación y la participación de las 
comunidades que no dominan el inglés en las revisiones de la 
certificación de planificación. 

* Fijar normas uniformes que definan lo que constituye una deficiencia 
en el suministro de acceso al idioma y que se aplicarán en todos estos 
procesos de revisión para garantizar que lo que ahora constituye una 
deficiencia podría generar directamente una falla en la prestación de 
los servicios a los interesados o suscitar quejas contra la entidad. 

Comentarios de la entidad: 

Recibimos comentarios acerca de un borrador de este informe de 
funcionarios del DOT quienes, en general, estuvieron de acuerdo con los 
resultados y las recomendaciones del informe y aportaron aclaraciones 
técnicas que se incorporaron donde convenían. En especial, los 
funcionarios dijeron que el DOT ya está planificando tomar medidas para 
abordar algunas de nuestras recomendaciones, entre otras, garantizar 
que su guía modificada relativa a las personas que no dominan el inglés 
se distribuya ampliamente y de manera adecuada, además de aumentar la 
capacitación y la asistencia técnica destinada a los subvencionados. 

Metodología: 

Para determinar los tipos de servicios de acceso al idioma que las 
entidades de tránsito y las MOP prestaron a las poblaciones con 
conocimientos limitados del inglés, visitamos siete zonas estadísticas 
metropolitanas[Footnote 7] en Arkansas, California, Illinois, Carolina 
del Norte y Texas.[Footnote 8] Utilizamos datos del censo para 
seleccionar estos lugares para las visitas sobre la base de tamaño, 
proporción y crecimiento de la población con conocimientos limitados de 
inglés, el número de idiomas hablados y la amplitud de la utilización 
del transporte. Efectuamos entrevistas semiestructuradas a funcionarios 
de 20 organismos de tránsito, 7 MPO y 16 grupos comunitarios y de 
defensores; además, examinamos documentos y otro tipo de información. 
Complementamos estos estudios de casos y las entrevistas con los 
resultados de un estudio de 2004, realizado para el Departamento de 
Transporte de Nueva Jersey, que incluía una encuesta de los organismos 
de tránsito de todo el país, así como encuestas y grupos focalizados en 
personas residentes de Nueva Jersey que no dominan el inglés.[Footnote 
9] Para entender cómo el DOT ayuda a las entidades de tránsito y las 
MPO para que presten servicios de acceso al idioma, entrevistamos a 
funcionarios del DOT con conocimientos de los recursos disponibles para 
el acceso al idioma. Examinamos y analizamos la ayuda prestada por el 
DOT, así como otros recursos federales relacionados con el acceso al 
idioma. Para documentar la forma en que la FTA y la FHWA del DOT 
vigilan la prestación de servicios de acceso al idioma por parte de las 
entidades de tránsito y las MPO, entrevistamos a los funcionarios de la 
FTA responsables de las revisiones del acatamiento de los derechos 
civiles y de las revisiones trienales y a los funcionarios de la FTA y 
la FHWA encargados de las revisiones de certificación de la 
planificación. Examinamos la documentación y los resultados de tres 
procesos de revisión y analizamos hasta qué punto el acceso al idioma 
se considera en las revisiones y si se han formulado normas para ser 
utilizadas por los examinadores al identificar las deficiencias 
relativas al acceso al idioma. Efectuamos nuestro trabajo desde febrero 
hasta octubre de 2005, de conformidad con las normas gubernamentales de 
auditoría generalmente aceptadas. 

Apéndice I: Contactos en el Tribunal de Cuentas (GAO) y reconocimientos 
al personal: 

Contactos en GAO: 

Kate Siggerud (202) 512-2834 o siggerudk@gao.gov: 

Reconocimientos al personal: 

Además de la persona mencionada, las siguientes hicieron aportes 
esenciales para la preparación de este informe: Rita Grieco, Directora 
Adjunta; Michelle Dresben; Edda Emmanuelli-Perez; Harriet Ganson; Joel 
Grossman; Diane Harper; Charlotte Kea; Grant Mallie; John M. Miller; 
Sara Ann Moessbauer; Marisela Perez; Ryan Vaughan; Andrew Von Ah; Mindi 
Weisenbloom; y Alwynne Wilbur. 

FOOTNOTES 

[1] 42 U.S.C. § 2000d et seq. 

[2] Decreto Ejecutivo 13166 "Mejor acceso a servicios para personas con 
conocimientos limitados del idioma inglés" ("Improving Access to 
Services for Persons with Limited English Proficiency"). 65 Fed. Reg. 
50121 (16 de agosto de 2000). 

[3] 42 U.S.C. § 2000d 

[4] 42 U.S.C. § 2000d-1 

[5] Las quejas de efecto desigual se refieren a prácticas que son 
aparentemente neutras en cuanto al tratamiento de diferentes grupos, 
pero que en la realidad recaen con más fuerza sobre un grupo que sobre 
otro y no pueden justificarse por una necesidad comercial. Raytheon Co. 
contra Hernández, 540 U.S. 44 (2003). De conformidad con la teoría de 
discriminación de efecto desigual, la práctica aparentemente neutra 
puede ser considerada como discriminatoria ilegalmente sin las pruebas 
de intención subjetiva de discriminar que se requieren en los juicios 
de tratamiento desigual. 

[6] 65 Fed. Reg. 50121. 

[7] Una zona estadística metropolitana es una zona principal que 
contiene un núcleo substancial de población, junto con las comunidades 
adyacentes que tienen un grado alto de integración socioeconómica con 
esa zona principal. Las zonas estadísticas metropolitanas comprenden 
uno o más condados completos. 

[8] Concretamente, visitamos: 1) Los Ángeles/Riverside/Orange County, 
California; 2) San Francisco/Oakland/San José, California; 3) 
Chicago/Gary/Kenosha, Illinois, Indiana, Wisconsin; 4) Austin/San 
Marcos, Texas; 5) Fayetteville/Springdale/Rogers, Arkansas; 6) 
Raleigh/Durham/Chapel Hill, Carolina del Norte; 7) Greensboro/Winston-
Salem/High Point, Carolina del Norte. 

[9] Dra. Rongfang (Rachel) Liu, Mobility Information Needs of Limited 
English Proficiency (LEP) Travelers in New Jersey (Diciembre de 2004). 
La Dra. Liu preparó este estudio para el Departamento de Transporte de 
Nueva Jersey/Administración Federal de Autopistas. 

GAO's Mission: 

The Government Accountability Office, the investigative arm of 
Congress, exists to support Congress in meeting its constitutional 
responsibilities and to help improve the performance and accountability 
of the federal government for the American people. GAO examines the use 
of public funds; evaluates federal programs and policies; and provides 
analyses, recommendations, and other assistance to help Congress make 
informed oversight, policy, and funding decisions. GAO's commitment to 
good government is reflected in its core values of accountability, 
integrity, and reliability. 

Obtaining Copies of GAO Reports and Testimony: 

The fastest and easiest way to obtain copies of GAO documents at no 
cost is through the Internet. GAO's Web site ( www.gao.gov ) contains 
abstracts and full-text files of current reports and testimony and an 
expanding archive of older products. The Web site features a search 
engine to help you locate documents using key words and phrases. You 
can print these documents in their entirety, including charts and other 
graphics. 

Each day, GAO issues a list of newly released reports, testimony, and 
correspondence. GAO posts this list, known as "Today's Reports," on its 
Web site daily. The list contains links to the full-text document 
files. To have GAO e-mail this list to you every afternoon, go to 
www.gao.gov and select "Subscribe to e-mail alerts" under the "Order 
GAO Products" heading. 

Order by Mail or Phone: 

The first copy of each printed report is free. Additional copies are $2 
each. A check or money order should be made out to the Superintendent 
of Documents. GAO also accepts VISA and Mastercard. Orders for 100 or 
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